Desde hace tiempo la brecha entre el precio de venta al público y el precio de venta PAMI es materia de discusión permanente entre la mayor obra social del país y las empresas de farma. Y esta grieta comenzó en el gobierno de Mauricio Macri cuando se gestó el concepto de PVP -Precio de venta PAMI-.
Se trata de un índice que le agrega al histórico descuento del 24,5% que los laboratorios le realizan a la entidad que tiene como titular a Luana Volnovich, otro porcentaje de descuento que varía en función de cómo aumentan los precios de los medicamentos en relación al IPC difundido por el INDEC.
Según un relevamiento realizado ese gap promedia el33%. Por lo que de acuerdo a todos los eslabones que participan de este circuito el convenio de ambulatoriosse torna del todoinviable.
Las empresas le quieren poner un stop a las infinitas prórrogas. Esto es porque en función de una fórmula creada en la era Macri los laboratorios reciben una suma ínfima respecto del precio de venta al público. Por caso un medicamento que tiene un precio de Vademécum de $100 (u$s 1,16) le significa un ingreso real de $11,46 (u$s 0,13).
Tal es así que a menos de tres semanas de haber firmado la última prórroga, laboratorios, farmacias y droguerías le hicieron saber a la directora del PAMI la intención de sentarse a analizar las condiciones para un nuevo convenio. Esto es en función a lo acordado en la adenda de la prórroga firmada el 2 de noviembre del 2020. Ver artículo.
Los que firmaron fueron las cámaras empresariales CILFA; CAEMe y COOPERALA. Por el brazo de las droguerías la que puso su rúbrica fue ADEM y por el de las farmacias la federación FACAF, así como varias de sus entidades miembro como la CAF y la ASOFAR. También entidades como la COFA y la FEFARA.
Todas las partes afirman que «las distorsiones producidas por dicho PVP han determinado un incremento periódico y sostenido de los descuentos comerciales realizados por los laboratorios, al mismo tiempo que un marcadodeterioro en los márgenes de rentabilidad de las farmacias, sobre todo a partir de la eliminación unilateral por parte del Instituto de la cláusula de ajuste de precios que estaba prevista en el convenio vigente».
Las cámaras fueron taxativas. Subrayaron que es inviable la continuidad de nuevas prórrogas para los participantes del Convenio de Medicamentos. Proponen la eliminación del llamado PVP PAMI, así como reformular la estructura actual.
Apuntan a establecer un acuerdo con descuentos comerciales a realizar por cada una de las partes intervinientes, en base al Precio de Venta al Público publicado en los manuales farmacéuticos. Así se espera darle forma a un modelo similar al que se aplica en los distintos convenios vigentes con el resto de la Seguridad Social.