Junín fabricó 10.000 butacas para el Malvinas Argentinas
Fueron producidas en la Planta Punto Limpio del municipio, con plástico reciclado y ofrecen mayor durabilidad a un costo cuatro veces menor.
El Municipio de Junín, a través de su planta de reciclaje Junín Punto Limpio, dio un nuevo paso hacia la innovación y la sostenibilidad con el desarrollo y fabricación de 10.000 butacas plásticas para el estadio Malvinas Argentinas. La iniciativa, realizada en convenio con la Subsecretaría de Deportes de Mendoza, busca mejorar la infraestructura del principal escenario deportivo de la provincia, reduciendo significativamente los costos de mantenimiento y el impacto ambiental.
Las butacas, fabricadas con tecnología de diseño computarizado CAD/CAM y materiales reciclados, son el resultado de un trabajo que combinó eficiencia técnica, compromiso social y cuidado del ambiente. Cada unidad está elaborada con aproximadamente 1 kg de plástico recuperado, equivalente a entre 20 y 25 botellas PET.
El nuevo mobiliario, sin respaldo, con protección UV y una vida útil estimada de 8 años, fue diseñado y producido íntegramente en la Planta de Reciclado que funciona en calle Pergamino, en Los Barriales, con una capacidad de producción de 30 unidades por hora. Las butacas se presentan en los colores institucionales del estadio: naranja, blanco y azul.
El intendente de Junín, Mario Abed, explicó que después de evaluar junto al subsecretario la posibilidad de hacer las butacas con materiales reciclados, uniendo plástico reciclado con plástico nuevo, “llegamos a una matriz, la trabajamos junto al equipo de Deportes y hoy tenemos este resultado para este estadio emblemático para los mendocinos”.
Desde la Subsecretaría de Deportes, el subsecretario Federico Chiapetta valoró el acuerdo como una solución eficiente y estratégica: “Uno de los principales problemas que enfrentábamos era el constante deterioro de las butacas colocadas en 2011. Aunque eran modernas, resultaron poco funcionales y con alto costo de mantenimiento. Esta nueva propuesta es mucho más resistente, más económica y, además, fabricada por una empresa mendocina con un fuerte compromiso ambiental”.
Chiapetta destacó el ahorro económico del proyecto “cada butaca cuesta apenas una cuarta parte del valor de las anteriores y tiene mayor durabilidad. Es un beneficio doble: menos gasto para todos los mendocinos y un estadio en mejores condiciones”.