El 4 de diciembre se celebra en Argentina el Día de la Publicidad.
Este mismo día pero del año 1936 se realizó en Buenos Aires el primer Congreso de Publicidad organizado por la antigua Asociación de Jees de PUBLICIDAD
Los primeros avisos en medios de comunicación aparecieron en el Telégrafo Mercantil del Río de la Plata allá por 1801 y poco después en la revista Caras y Caretas.
Uno de los primeros hitos de la publicidad en Argentina se produjo en octubre de 1864 cuando Buenos Aires amaneció empapelada con unos enigmáticos carteles que anunciaban “Se viene la Hesperidina”.
Melville Bagley había llegado desde Estados Unidos tres años antes y, encantado por el furor que los nuevos métodos comerciales estaban provocando en su país, decidió aplicarlos en las calles porteñas.
De esta forma, desarrolló una estrategia sorpresa para dar a conocer su bebida elaborada en base a cáscaras de naranjas amargas.
Se trató de la primera campaña publicitaria, en un sentido moderno, que se hizo en la Argentina.
Pero fue el austríaco Juan Ravenscroft quien fundó en 1898 la que es considerada la primera agencia de publicidad en el país.
Lo hizo después de negociar un contrato con las firmas inglesas que manejaban los ferrocarriles para vender espacios de publicidad en las estaciones y en el interior de los vagones.
Una novedad por esos años, fue la instalación de avisos lumínicos en Avenida de Mayo y en la línea A del subte, algo que llamó la atención no sólo de los porteños, sino también de quienes visitaban Buenos Aires.
Luego de hacer una exitosa aparición en la radio por la década del 20, la publicidad comenzó a vivir una nueva etapa de expansión con un fuerte anclaje en diarios y revistas.
El crecimiento del mercado publicitario en términos económicos devino en una primera generación de responsables de piezas creativas que terminaron agrupándose en, lo que denominaron, la Asociación de Jefes de Propaganda.
La organización decidió tener su primer congreso el 4 de diciembre del 36 sentando, de esta forma, la bases de una profesión que sería luego refrendada a partir de la creación de las primeras carreras de publicidad.
En los 40 llegó a su máximo apogeo la técnica del eslogan, que por entonces era la pieza publicitaria más importante después de la marca.
Frases como “Casa Lamota, donde se viste Carlota” o “Los chicos piden a gritos medias Carlitos” formaron parte de un período en el que predominaba el mensaje literal y el tono imperativo al estilo de “Tome Coca Cola”.
Con la aparición de la televisión en los años 50, la publicidad no tardó en conquistar el nuevo medio de comunicación convirtiéndolo rápidamente en una de las mayores fuentes de ingresos para el sector.
Desde principios de siglo, la publicidad continúa en plena expansión, abarcando no sólo los formatos tradicionales, sino también los soportes tecnológicos y digitales, gracias al desarrollo de Internet.