Ago 20, 2020
Tras casi un mes y medio, se terminó la instancia de negociación convocada por la 1era Cámara de Apelaciones para destrabar el conflicto del que depende quién se quedará con la ex Industrias Matas, en Guaymallén. Es que a la propuesta de una relación comercial estable formulada por el grupo agroexportador ajero American Garlic, ganador de la subasta de la planta en 2019 con una oferta de casi $25 millones, a cambio de desalojar el predio: la cooperativa de trabajo La Terre, que lo explota desde hace casi 10 años, retrucó con una división de la planta que la firma rechazó de plano.
Es algo así como un choque de teorías: la de «convivencia» dentro de la planta, de la cooperativa que integran ex trabajadores de Matas, frente a la de «relación a distancia» de la compañía liderada por Mariano Ruggeri. La estrategia de seducción del empresario es múltiple: alquilar por 5 años un galpón aledaño para La Terre, la compra de 200 mil kilos de materia prima además de un contrato «a fasón» para su proyecto exportador, incorporar a los trabajadores a un plan de contratación de 100 personas e invertir más de $1 millón para mejoras e incluso equipamiento.
Pero la cooperativa, desde donde admiten estar «en medio de una contienda judicial» por su destino, presentó un estudio técnico para justificar, desde el punto de vista operativo, la imposibilidad de desalojar el lugar y trasladarse a otro.
Argumentos cruzados
«Antes
de la fecha estipulada para la nueva audiencia se le transmitió una
contrapropuesta a Ruggeri en base a un estudio realizado para exponer
porqué la cooperativa no puede dejar la planta y trasladarse a un predio
cercano, sugiriendo compartirla. Pero la firma la rechazó y pidió
la reanudación de plazos con lo cual, concluída la instancia de
negociación, ahora la Cámara tendrá aproximadamente hasta 15 días
hábiles para resolver», detalló Carlos Ferro, representante legal de La Terre.
Así, frente a posturas que no lograron acercarse, su contraparte lo notificó al tribunal que dio por fracasada la conciliación iniciada el 6 de julio. Ahora, al igual que la cooperativa, aguardan que en setiembre la Cámara dirima el conflicto en el que las costas siguen sumándose y se estiman en alrededor del 8% sobre alrededor de $25 millones.
Según Pablo De Rosas, uno de los abogados de American Garlic, «la idea era asociarse con La Terre, pero es difícil si pretenden dejarle a la empresa la misma superficie que ellos hoy ocupan. Además, al mismo tiempo que se negociaba, hubo lobby en la Legislatura a favor de una ley de expropiación. Nadie quiere que desaparezca la cooperativa, que logró una capacidad productiva muy buena en diez años. Pero cada cual con lo suyo».
De todos modos, para De Rosas que se haya caído la negociación no afecta la intención de entablar una relación comercial «porque, a cambio de firmar los contratos laborales y comerciales, la única condición es poder disponer del predio». Un antecedente es el de la Cooperativa olivícola Tropero (ex fideicomiso Fidencio Yañez), que se conformó en base a un acuerdo entre trabajadores y el titular de la firma.
Otra posible subasta y el diferendo por la inversión
A tal punto llegó la tensión, que antes de llegar a esta instancia, se habían involucrado los gobiernos municipal (de Guaymallén) y provincial, a través de la Dirección de Cooperativas, además de la sindicatura que lleva la quiebra de Matas. Igualmente, las partes en pugna saben que el fallo de la Cámara no es el final del camino. En caso de que sea en contra de sus intereses, quedará la variante que conduce a la Suprema Corte provincial.
Hay dos alternativas: que la Justicia le de luz
verde al grupo empresario que lidera Ruggeri. Si la sentencia favorece a
La Terre (que mantiene la pelea por la expropiación en la Legislatura),
puede implicar que se anule la subasta y vuelva a convocarse.
Mientras tanto, el equipo de la cooperativa anticipa que «pese a esta instancia una noticia muy importante en la que venimos trabajando hace tiempo«. Y para eso convocó a «referentes de organizaciones de la economía social y popular, gremiales, instituciones, partidos políticos y público en general», a participar de la conferencia virtual el miércoles 19 por la tarde bajo el lema «En Alerta y Defensa a La Terre».
En medio del malestar y la tensión, es un intento por visibilizar nuevamente su situación y, a la vez, consolidar el perfil socio-productivo que adquirió la cooperativa de trabajo desde un principio, y que luego de empezar a trabajar con comedores comunitarios en Mendoza, ahora va por otro paso fundamental: su inserción en el plan nacional Argentina contra el Hambre de la mano de su división comidas preelaboradas, que el Gobierno busca relanzar por éstos días.
Sin embargo, hay más de un frente de conflicto. Uno que sigue a nivel judicial por «cuerda separada» es con la sindicatura que lleva adelante la quiebra y liquidación de la ex Industrias Matas por la valuación de activos de la planta. Es que mientras los ex empleados y actuales socios de la cooperativa se aferran a una inversión estimada superior a $25 millones (por el período 2014-2019) en reacondicionamiento del lugar y maquinarias, la sindicatura apenas reconoce un 40%.
En esto al menos, como principal candidato para la Justicia a quedarse con la infraestructura Ruggeri se mantiene al márgen dado que su oferta económica no contempla ese ítem. «La discusión sigue. En caso de entregar la posesión la masa de la quiebra deberá arreglar con la cooperativa en función de los créditos laborales verificados», resumió al respecto Ferro.
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