Ene 20, 2021
Miércoles 20 de enero. La vicedirectora de la Escuela Borghi de la barriada del oeste de la Ciudad hace un planteo profundo en base a los ataques al edificio escolar.
La profesora Flavia Lucero, una de las responsables de la escuela secundaria posteó en su cuenta de Facebook su mirada de lo que viene ocurriendo en las instalaciones educativas durante este periodo de cuarentena.
Una imagen de cómo quedó la entrada de la escuela del Barrio Cano.
La docente plantea gráficamente un desafio para la DGE con el título:
¡Qué arreglen la Borghi tan rápido como la Legislatura!
“Ayer (martes 19) incendiaron el frente de la escuela donde trabajo, la Borghi del Barrio Cano. No sabemos los motivos ni cómo sucedió exactamente, solo que al parecer todo se inició con la quema de un colchón de una de las personas en situación de calle que dormían en la explanada de entrada al edificio.
“También quemaron la secretaría, que está en el otro extremo y en cuyo exterior no había pertenencias de estas personas.Desde ayer en la tarde hasta hoy al mediodía, he escuchado todo tipo de especulaciones, la mayoría de ellas culpabilizando y discriminando a “los indigentes” o, en el mismo tono de prejuicio a “lxs vándalxs” que viven en los alrededores de la escuela.
“Yo me quedo pensando en las circunstancias que pueden llevar a alguien a cometer tales hechos. Y en la cadena de responsabilidades que terminan con este desenlace.
“Con respecto a los primeros sospechados debo decir que durante varios meses el equipo directivo de la escuela se dio la tarea de, primero, dialogar con estas personas para conocer sus necesidades reales y no imponerles una solución que no necesitaran.
“Ante todo, hemos respetado su condición de personas en situación de vulnerabilidad, aún cuando algunxs desde la misma escuela nos preguntaban qué íbamos a hacer con “los paquetes”. Y luego, con el conocimiento de la situación, comenzamos a buscar soluciones en los organismos correspondientes.
“El resultado de tales gestiones es que, ni desde contingencias de la provincia ni preventores del municipio, llegó una solución y esas personas han seguido allí todos estos meses. Y ahora, a todo el mundo le preocupa el edificio pero nadie se pregunta qué será de la vida de Alejandro, Carlos y Fernando, esas personas que además de tener un nombre tal vez quieran tener o tengan un proyecto de vida.
“De lxs vecinxs del Cano y de los barrios de los alrededores mucho se puede decir y no precisamente en la línea de la estigmatización. Ellxs son nuestra comunidad y estamos ahí para que nuestra escuela se convierta en garante de sus derechos. No, en la garante de ‘terminar con la barbarie del barrio San Martín’, como me dijo un funcionario esta mañana.
“En poco más de dos años de gestión hemos logrado establecer un vínculo de respeto y confianza, dejando claro tanto a las familias como a lxs trabajadorxs que la prioridad son lxs estudiantes. Y que la escuela está para ser un lugar de disfrute al mismo tiempo que de acceso a una enseñanza de calidad.A lo largo de la cuarentena, la escuela ha sido robada y vandalizada cinco veces. Yo le pregunto a lxs que señalan a la comunidad, qué esperaban? No justifico de ninguna manera estos hechos, me duelen en el alma. Pero no soy ingenua, donde hay hambre, hay violencia. Y me vuelvo a preguntar, quién genera la violencia?
“A lo largo de la cuarentena también he sido testigo del desfile de funcionarios prometiendo desde soluciones grandilocuentes hasta reparaciones para salir del paso. Lo que puedo afirmar es que hasta acá nada se ha concretado.
“Llegaron unos fondos de nación, es cierto, pero no alcanzaban y además hubo errores de cálculo, por lo que ninguna empresa quiso tomar la obra. Lo demás han sido visitas guiadas mostrando los daños y teniendo que soportar todo tipo de mansplaining de sabelotodos de escritorio sin capacidad para abrir un portón de metal o detectar un corto de tanto desborde de masculinidad.
“Como siempre ocurre en estos casos, todos se preocupan en el momento del siniestro al punto tal de hacer colapsar los teléfonos de las directivas pero luego el compromiso se esfuma con tantos otros incendios que apagar.
“Lo cierto es que en la Borghi destrozaron el buffet, la oficina del servicio de orientación, incendiaron una preceptoría y la secretaría, además de robar computadoras, elementos varios de oficinas y hasta las puertas!
“De ocho baños solo funcionan dos y con varios faltantes y pérdidas de agua. Es necesario hacer un cierre seguro (no de tela de gallinero) para prevenir estos hechos que nunca deberían haber sucedido ya que, me da vergüenza ajena decirlo, hay una comisaría enfrente.
“Estamos a días de comenzar la actividad que tanto desde el gobierno escolar provincial como nacional pretenden que sea presencial.
“Desde mi lugar como parte del equipo directivo y profe de la escuela solo voy a decir que espero que la DGE trabaje con el mismo compromiso, eficacia y celeridad con que la comunidad entera de la escuela Borghi se puso al hombro el sistema educativo desde que comenzó la educación en emergencia sanitaria.
“En 2020, preceptoras, profesorxs, personal administrativo, servicio de orientación, celadorxs y sobre todo lxs estudiantes y sus familias hicimos el gran esfuerzo de sostener la escuela a pesar de nuestra hostil realidad.
“En reconocimiento a ese esfuerzo espero que la DGE esta vez esté a la altura y eso significa no remendar con parches sino devolverle a la escuela Borghi la dignidad que su comunidad merece y necesita.”
Prof. Flavia LuceroVicedirectora Esc. 4067 O. Borghi