Jun 24, 2020
Por José Luis Ramón, diputado nacional
En la forma de un plan sistemático de mentiras y atropellos, Cambia Mendoza avanza una vez más sobre la institucionalidad y la Constitución provincial. Esta vez, comandados por la imagen de Mario Abed, responden de manera altanera, sobrepasando todos los límites de control del Poder que tiene el Ejecutivo provincial.
Sin duda, hemos pecado de ingenuos y no es menester de los funcionarios oficialistas dejar en el pasado las arbitrariedades, los negociados y los cambios de parecer según la funcionalidad y los intereses propios. Pero no pensamos, que llegaría el momento de estar viviendo semejante abuso de poder e impunidad para ejercerlo.
Ayer, Abed anunció mediante una recusatoria que no asistiría el día de hoy a la Audiencia de Conciliación fijada por la justicia mendocina, sobre lo expuesto por la oposición en el caso de María Teresa Day, como elegida para tomar el cargo de Jueza de la Corte Suprema de Justicia, cargo que dejó vacante hace un mes, Jorge Nanclares.
Sin más, y tal como lo hizo en un diario provincial, Abed se afirmó sobre las amenazas directas hacia los magistrados, sin temor él mismo de estar incumpliendo con sus labores como Vicegobernador y Presidente de la Cámara Alta de la provincia, quien debiera ser el primero en defender las formas y las leyes.
“… solicito a los miembros de la Corte, que procedan a excusarse en el trámite de estas actuaciones, conforme a las disposiciones del art. 12 del CPCyT, por una cuestión de decoro (…)»
“Es tan grave la situación que han generado los legisladores que han peticionado la intromisión del Poder Judicial en el Poder Legislativo, que los Jueces de esta Sala corren peligro de configurar la causal del art 12 inc. 4º, del CPCCyT, de mal desempeño de sus funciones, si siguen adelante con la presente causa, como ya dijimos. Imagino la incomodidad y sorpresa que debe haber causado a los miembros de la Corte esta impensada presentación.”
¿No son acaso estas líneas, una amenaza concreta sobre el cargo de los jueces ante su posible decisión de no recusarse, para así continuar con el proceso que han iniciado? ¿Cómo es que creemos aún en un partido que, con palabras formales y bien esgrimidas, intenta coaccionar sobre jueces de nuestra provincia? ¿Por qué todavía no hemos abierto los ojos frente a la cantidad de veces que, hablando desde la Constitucionalidad y el republicanismo, Cambia Mendoza ha sometido leyes y poderes a su gusto y conveniencia?
Hemos establecido incontables veces, la sistemática utilización de valores democráticos por parte del partido oficialista, como método para ocultar sus prácticas más viles y perversas que logran solamente disgregar, aún más, la ciudadanía mendocina de los políticos mendocinos.
El uso y desuso a conveniencia de artículos, leyes y decisiones, además se han extendido tanto en la política mendocina, que hemos naturalizado la impunidad con la que se maneja el frente oficialista. Cuatro años de Cornejo, nos han segado de vicios y hoy debemos adelantarnos a una fractura institucional aún mayor.